Me enviaron hace unos días un correo electrónico con una presentación de powerpoint en la que cuentan una historia, ignoro si real o ficticia, de lo sucedido en una universidad. Es similar a la que ya me enviaron y publique en su día, pero más completa y con más matices.
En una conocida y reconocida universidad latinoamericana se suscitó una discusión entre el maestro de Economía y sus alumnos.
Los alumnos insistían en que el Socialismo era bueno, que sí funcionaba bien y que era la mejor forma de gobierno, pues en él no existían las clases sociales, ni pobres ni ricos, ya que todos eran iguales. La producción y la riqueza deben ser repartidos equitativamente entre todos para el beneficio común” argumentaban.
El maestro, quien escuchaba con atención, propuso entonces hacer un experimento con todos los alumnos y propuso este plan:
-Muy bien- señaló. -De aquí en adelante las calificaciones que obtenga cada quien en sus exámenes serán promediadas entre todos los alumnos. Así cada quien obtendrá ese
Aunque no todos los estudiantes entendieron muy bien el nuevo plan, aquellos que iban más atrasados en sus estudios, que eran los más numerosos, aceptaron de inmediato logrando fácilmente la mayoría de los votos.
Al llevarse a cabo el siguiente examen, se vio que las calificaciones promediaban un 7.8 para todos. Como es natural, los estudiantes que se habían preparado bien estaban inconformes, en tanto que los que no habían estudiado se encontraban satisfechos y felices.
Al perderse el entusiasmo y el afán de superación el ánimo decayó. Nadie quiso ya estudiar, hacer tareas ni dedicarle más tiempo a la materia. La motivación se desplomó. ¡Era de esperarse!
Pero cuando presentaron el segundo examen, los estudiantes que estudiaron poco estudiaron menos aun; y los que habían estudiado mucho decidieron no empeñarse tanto, ya que de todos modos no iban a lograr obtener un diez... y también estudiaron menos. ¿Por qué iban a desvelarse estudiando si de todos modos no tomarían en cuenta su esfuerzo? ¡El promedio del segundo examen fue de 6.5! Nadie estuvo conforme. Los buenos estudiantes se quejaron de que no tomaban en cuenta su dedicación, pero los flojos dijeron que sí era justo obtener mejores notas a través del esfuerzo de los demás, pues las calificaciones tenían que obtenerse y “repartirse equitativamente entre todos...”
Sin darse cuenta estaban estableciendo los principios básicos del Comunismo. ¡Y aun exigían más!
Pero cuando se llevó a cabo el tercer examen fue el acabóse: el promedio fue de 4.0 (cuatro) ¡Todos quedaron suspensos! ¡O sea, que iniciaron una pequeña revolución!
Los estudiantes empezaron a pelear entre sí culpándose unos a otros por los fracasos obtenidos, hasta llegar a los resentimientos y los insultos, e inclusive a los golpes, ya que ninguno estaba dispuesto a estudiar para que se beneficiaran los otros que no lo hacían.
Y sucedió lo que ya se esperaba. Las notas nunca mejoraron y obviamente, para asombro general, todos perdieron el año escolar en la clase de Economía.
Ya para entonces el experimento estaba latente y bajo la lupa de toda la escuela, y pronto también de toda la comunidad.
¡Todos estaban pendientes del resultado!
El maestro preguntó entonces si comprendían ahora el significado del Socialismo, en el cual todo es de todos, y a la vez de nadie en particular.
Así es. Las calificaciones que habían obtenido pertenecían a toda la clase y no a cada alumno.
La lección en el aula ha terminado. Ahora corresponde a los lectores meditar sobre este hecho.
Hay que observar y evaluar los resultados que se han obtenido -o mejor dicho que NO se han obtenido- en Cuba, Venezuela, Bolivia y la misma Unión Soviética y otros países.
La explicación es sencilla. Simplemente se debe a que el ser humano está dispuesto a sacrificarse trabajando muy duro cuando la recompensa es atractiva y justifica el esfuerzo propio; pero cuando el gobierno suprime ese incentivo y le quita al productivo para darle al pasivo, nadie va a hacer ya el sacrificio necesario para lograr la excelencia. Por supuesto que no. ¿Para qué?
Leamos ahora los conceptos que Abraham Lincoln expresó hace ya muchos años:
1.- No se puede crear prosperidad desalentando la iniciativa propia.
2.- No se puede fortalecer al débil debilitando al fuerte.
3.- No se puede ayudar a los pequeños aplastando a los grandes.
4.- No se puede mejorar al pobre destruyendo al rico.
5.- No se puede elevar al asalariado oprimiendo a quien paga los salarios.
6.- No se pueden resolver los problemas mientras se gaste más de lo que se gana.
7.- No se puede promover la fraternidad y el progreso de la humanidad promoviendo e incitando al odio de clases.
8.-No se puede garantizar una adecuada seguridad con dinero prestado.
9.- No se puede formar el carácter y el valor del hombre quitándole su independencia, su libertad y su iniciativa.
10.- No se puede ayudar a los hombres realizando por ellos permanentemente lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos.
La Humanidad no ha aprendido aún a no caer en excesos, y desafortunadamente ignora la moderación.
Conclusión:
Como toda teoría filosófica, el Socialismo tiene sus aspectos buenos. Lo malo es que muchas veces las teorías se arrastran a casos extremos. Los pensamientos expresados en esta presentación deberían hacernos meditar e invitarnos sacar conclusiones, que si bien no van a estar de acuerdo con las mayorías, deben estar apegadas a la razón.
Por lo tanto...
Es probable que esta presentación genere una serie de comentarios y aun polémicas. Cada quien sabrá. Pero yo sólo me he concretado a exponer los simples hechos.
“Las mayorías no tienen por qué tener la razón sólo por ser mayoría. No necesariamente. Tienen superioridad numérica, pero nada más”
“Muchas veces la mayoría significa que todos los tontos están del mismo lado”
Que cada uno saque sus conclusiones.
2 tiene(n) algo que comentar.:
Como bien sabes, no soy partidario de extremismos. El socialismo puro tiene los problemas que bien has dicho, y el liberalismo puro da lugar a abusos por parte de los que tienen mucho poder. Por eso, a nivel mundial, al final ha funcionado el término medio, que es lo que tenemos en la mayor parte de los países europeos, y en EEUU.
La democracia es la tiranía de la mayoría. Sigo prefiriendo la meritocracia. La democracia hace que gente como Zparo nos gobierne...
Hola Mortadelo, yo tambien recibi ese correo, que está bastante extendido por la red.
En algun momento tambien se me había pasado por la mente hacer un post con él, pues ciertamente eso es el socialismo...No creo que se pueda poner un ejemplo tan real como el de ese experimento universitario. Muy bueno.
Por eso, y si no te importa, tambien voy hacer un post sobre él...acompañado de la consiguiente cita de tu blog, porsupuesto.
Un saludo.
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