Ayer por la mañana, leyendo la edición digital del periódico SUR, me fije de forma especial en una noticia que combinaba la espectacular subida de los índices de delincuencia con la llegada de inmigrantes a España. Ahora, reflexionemos. Nosotros hemos obtenido con nuestro trabajo y con nuestros sacrificios un sistema con muchos derechos y ventajas sociales: sanidad pública gratuita, escuelas gratuitas, facilidades económicas para los menos favorecidos, viviendas populares a precios muy bajos; y permitimos a quien quiera que nazca aquí ser automáticamente ciudadano de nuestro País. Creo que es demasiado extremo, pero esta empezando a ser el parecer de mucha gente. Si es que ya ha hable de algo parecido el día
A lo largo de los últimos meses, se han producido en Málaga una gran cantidad de robos de espejos retrovisores, en especial de la marca Mercedes y Volkswagen.
De esta manera el aumento de estos robos ha sido tal, que las empresas de recambio de automóvil comentan que se han vendido más de estos repuestos en los tres primeros meses de 2009 que en todo el año 2008.
La noticia confirma que los presuntos autores de estos hechos delictivos, a través de la formación de grupos que se dedicaban a los robos, fueron detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Los detenidos, que adquirían estos retrovisores robados, eran un grupo de marroquíes, con el fin de enviarlos a Marruecos para el mercado negro de piezas de automóviles, tras ser almacenados en una nave de un conocido polígono comercial de la capital malagueña.
En los comentarios de los usuarios que se adjuntaban a la noticia, había algunos que se salían del tiesto, pero hubo uno, que por su redacción y extensión me atrajo a leerlo de forma completa.
Antes de reproducir este cometario quiero dejar claro que siempre he sido defensor de la lucha contra la inmigración ilegal, aunque también he sido un gran defensor del cumplimiento de los derechos de los inmigrantes que llegan a España de forma legal, con la intención de trabajar y adaptarse, sin caer en la delincuencia.
Ahora, leed.
Hace tiempo me compré un comedero para pájaros. Lo colgué en el porche de mi jardín y lo llené de granos y semillas. Era en verdad un bonito comedero y era un espectáculo ver a los pajaritos de cerca. Al cabo de una semana eran ya centenares los pájaros que se aprovechaban del aprovisionamiento constante de comida gratuita y disponible sin ninguna dificultad.
Luego los pájaros empezaron a hacer sus nidos bajo el porche, en la parra, cerca de la barbacoa, e incluso sobre la mesa. A continuación vino la caca. Estaba por todas partes. Sobre las baldosas del porche, sobre las sillas, sobre la mesa... ¡en todo! Después algunos pájaros empezaron a ser agresivos. Se lanzaban sobre mí e intentaban picotearme a pesar de ser yo quien les alimentaba pagando de mi bolsillo.
Otros eran ruidosos y prepotentes. Se apalancaban sobre el comedero piando y trinando a todas horas, noche y día, para recordarme que rellenara el comedero si la comida escaseaba.
Al cabo de cierto tiempo no conseguía ni siquiera poder sentarme en mi propio porche. Por lo que decidí quitar el bonito comedero y en tres días los pájaros desaparecieron de mi jardín. Hice limpieza y puse todo en orden, eliminando incluso todos los nidos del porche. Muy pronto mi porche volvió a ser aquello que siempre había sido: un lugar tranquilo y sereno, sin ningún alborotador reclamando "el derecho a comida gratis".
Luego llegaron los emigrantes ilegales a centenares de miles, que gozan de las mismas ventajas. Para pagar los mayores gastos nosotros debemos pagar mayores impuestos. Las viviendas populares son ocupadas por la fuerza y nadie paga su alquiler. Si tenéis que ir a un servicio de urgencias de hospital, deberéis esperar horas para ser visitados porque dichos servicios están invadidos por extracomunitarios. Vuestro hijo en la escuela de párvulos podrá tener problemas a la hora de comer porque el comedor estará condicionado por absurdas imposiciones religiosas en los menús. Se eliminarán todos los crucifijos y no se celebrará la Navidad para "no herir la sensibilidad" de los extranjeros, sin ningún respeto por la nuestra. ¡Que es la sensibilidad de los dueños de la casa!
La criminalidad crece, y la que se ceba contra la gente débil y común (nosotros) en un 75% de los casos es obra del 10% de la población (los extranjeros); mientras que las cárceles están tan llenas que los delincuentes, con la inestimable ayuda de una Justicia perezosa e ineficaz, son puestos en circulación casi enseguida, por lo que recomienzan de nuevo a hacer robos y asaltos. Y si se busca la forma de frenar esta calamidad he aquí que se alzan las voces de protesta de muchos imbéciles que gritan contra la violación de los derechos civiles (de los “otros”, porque nuestros derechos les importan un bledo a esos mismos imbéciles).
Es sólo mi opinión pero quizás haya llegado el momento para nuestro Gobierno de quitar el comedero de pájaros y hacer limpieza. Si estáis de acuerdo haced circular este mail. Si no estáis de acuerdo, continuad limpiando la caca...
Hace 2 semanas
1 tiene(n) algo que comentar.:
Y segun vaya aumentando esta galopante crisis y gente en el paro, mas irá aumentando el raterismo
De aquellos vientos ahora vendrán las tempestades....La pena es que no les roben hasta las pestañas al sinvergüenza de Caldera (el de papeles para todos) y a su amo y señor ZetaParo.
Un saludo.
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